Tarta de queso de pan de jengibre con glaseado de glögi (vino especiado)
De Vilma L., Varsovia, Polonia (originaria de Finlandia)
El glögi es una bebida navideña finlandesa parecida al vino caliente. En los países nórdicos, el vino caliente ha sido una bebida habitual desde al menos el siglo XVI. La forma original de glögi o glögg, un licor especiado, era consumida por mensajeros y carteros que viajaban a caballo o en esquís cuando hacía frío. Desde principios del siglo XIX, el glögi ha sido una bebida común de invierno, mezclada y calentada con zumo, almíbar y, a veces, con una pequeña cantidad de licores fuertes o ponche.
Esta receta de pastel no lleva alcohol, pero si quiere acompañar su pastel con una taza de glögi, simplemente prepare una segunda tanda y añádale un poco de vodka.
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Ingredientes para la base:
- 225 g de galletas de jengibre
- 110 g de mantequilla
Ingredientes para el relleno:
- 6 hojas de gelatina
- 3 dl de nata para montar
- 375 g de queso cremoso sin sabor
- 1,5 dl de azúcar glas
- 3/4 de cucharadita de canela
- 3/4 de cucharadita de cardamomo
- La piel de 1 naranja rallada
- 4,5 cucharadas de zumo de naranja
Ingredientes para el glögi:
- 5 dl de zumo de grosella negra
- 2 ramas de canela
- Un trozo de 1 cm de jengibre fresco
- Un puñado de semillas de cardamomo
- Un puñado de clavos de olor
- 2 anises estrellados
- 0,5 dl de azúcar
Ingredientes para el glaseado:
- 6 hojas de gelatina
- 1 dl de agua
- 5 dl de glögi
Para la decoración:
- Ramas de canela
- Anís estrellado
Instrucciones:
Base
- Triturar las galletas de jengibre a mano o en una licuadora (asegurarse de dejar algunos trozos).
- Derretir la mantequilla y mezclarla con las migas de pan de jengibre.
- Colocar papel de horno entre el fondo y los lados de un molde desmontable (diámetro de 24 cm).
- Presionar la mezcla de galletas en el fondo del molde hasta formar una capa uniforme. Colocar el molde en el refrigerador mientras se prepara el relleno.
Relleno
- Sumergir las hojas de gelatina en abundante agua fría y dejarlas en remojo al menos 10 minutos.
- Batir la nata. Mezclar el azúcar en polvo, las especias y la ralladura de naranja con el queso cremoso. Incorporar la nata batida a la mezcla de queso.
- Calentar el zumo de naranja. Disolver las hojas de gelatina bien prensadas en el zumo. Verter la mezcla de gelatina en el relleno cuando se haya enfriado un poco, revolviendo bien la mezcla. Extender el relleno sobre la base de pan de jengibre y cubrirlo con papel film. Dejarlo reposar en el frigorífico durante al menos 4 horas.
Glaseado
- Remojar las hojas de gelatina en agua fría durante unos 10 minutos.
- Hacer el glögi. Añadir zumo de grosella negra en una olla y condimentarlo con jengibre fresco, ramas de canela, anís estrellado, semillas de cardamomo y clavo de olor. Añadir un poco de azúcar y dejar hervir a fuego lento. Dejarlo enfriar.
- Hervir agua en una cacerola. Disolver las hojas de gelatina bien prensadas en el agua. Verter la mezcla de gelatina en el glögi poco a poco, removiendo al mismo tiempo. Dejar que la mezcla se enfríe un rato en el refrigerador, removiendo de vez en cuando. La mezcla debe estar lo más fría posible, pero sin llegar a solidificarse, antes de añadirla al pastel (si el glaseado comienza a solidificarse, se puede calentar un poco para que vuelva a estar líquido).
- Verter la mezcla de glaseado sobre el pastel a medio solidificar. Tenga mucho cuidado de que no se mezcle con el relleno de queso (use una cuchara como protección al verter para no ejercer demasiada fuerza sobre el pastel). Refrigerar al menos durante 4 horas, preferiblemente durante la noche. Decorar la tarta de queso con ramas de canela y anís estrellado.
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